Participar en un proyecto mediante un plan de pago a plazos es una forma cómoda y eficaz de entrar en un proyecto tecnológico prometedor. Sin embargo, es importante entender que pagar a tiempo no es solo una formalidad, sino una verdadera contribución al desarrollo del proyecto y a tu futuro como inversor.
1. Pagos puntuales = crecimiento estable del proyecto
Cada uno de tus pagos es un ladrillo en los cimientos del proyecto. Permite a la empresa financiar de manera estable todos los trabajos planificados y seguir estrictamente la hoja de ruta aprobada. Tu disciplina financiera influye directamente en la velocidad de implementación.
2. Retraso en los pagos = pérdida de participaciones e ingresos potenciales
Si un inversor se retrasa en los pagos, el plan a plazos se anula, y con ello se pierde todo el potencial de recibir dividendos futuros. Incluso un pequeño retraso puede significar la pérdida de participación en un activo rentable.
3. Pronto no estarán disponibles las participaciones tecnológicas para la compra
Actualmente, ya se ha vendido el 96% de todas las participaciones tecnológicas, y la demanda sigue creciendo. Una vez finalizadas las ventas, no será posible comprar más participaciones. Por eso es especialmente importante asumir con responsabilidad los pagos a plazos ya acordados.
4. Los inversores responsables reciben bonificaciones
La empresa valora y premia a los inversores que cumplen con el calendario de pagos. Al realizar el último pago del plan a plazos, el inversor recibe un bono del +3% en participaciones adicionales. Es una oportunidad para reforzar tu inversión y aumentar la rentabilidad potencial.
Sé puntual con los pagos y saca el máximo provecho de tu inversión
